Pirelli y Annie Leibovitz han emitido un poderoso mensaje a las modelos. Le pido me lean atentamente.
La edición número 43º firmada por Annie Leibovitz y hecha por Pirelli, deja un profundo mensaje. Un semidesnudo: “El retrato de Amy Schumer puso la nota divertida. Fue como si no hubiera recibido la notita en que le decían que podía quedarse con la ropa puesta”, asegura la prestigiosa fotógrafa, que repite como retratista de la publicación. Te voy a decir que Annie Leibovitz es la mujer que fotografiò a John Lennon y su mujer en la cama, y la que eligió Mark Zuckerberg para retratar a su esposa embarazada.
LAS MODELOS SON EL PASADO
Siempre hubo modelos en la historia del arte. Siempre el artista precisó del cuerpo humano para modelar su pensamiento. Desde el renacimiento en adelante o de la vieja escuela flamenca –como querramos ver- el cuerpo humano hasta la saturación daliniana con su obra “Leda Atòmica” (retrato de su esposa) y el exabrupto visual de Lady Gaga, llegamos hasta un proceso que denota un profundo agotamiento del rol de la modelo actualmente concebida, en su formato más decaído y vulnerado: la modelo comercial. (Aunque falseada en su aspecto exterior por seudoformatos y arquetipos que los tipos que conocemos no los admitimos).
“El Calendario 2000 fue un ejercicio de desnudo, un concepto sencillo. Para el de 2016 hemos hecho algo completamente diferente, pero a pesar de todo sencillo. Es un conjunto de retratos en blanco y negro hechos en el estudio”, comenta Leibovitz. “Cuando me contactaron de Pirelli, me dijeron que querían apartarse del pasado y me sugirieron la idea de fotografíar a mujeres distinguidas. Tras ponernos de acuerdo en eso, el objetivo consistió en ser muy directa. Quería que las fotos mostraran a las mujeres exactamente tal y como eran, sin pretensiones”.
LAS MODELOS SON EL PASADO
Siempre hubo modelos en la historia del arte. Siempre el artista precisó del cuerpo humano para modelar su pensamiento. Desde el renacimiento en adelante o de la vieja escuela flamenca –como querramos ver- el cuerpo humano hasta la saturación daliniana con su obra “Leda Atòmica” (retrato de su esposa) y el exabrupto visual de Lady Gaga, llegamos hasta un proceso que denota un profundo agotamiento del rol de la modelo actualmente concebida, en su formato más decaído y vulnerado: la modelo comercial. (Aunque falseada en su aspecto exterior por seudoformatos y arquetipos que los tipos que conocemos no los admitimos).
Ningún fotógrafo hace surrealismo. Un artista sí es capaz de lograrlo.
La canonización de la modelo actual fue dictada en parte por la mercadotecnia imperativa desde los años cincuenta en adelante. Por otra parte, el avance de la fotografía y la aparición de cámaras accesibles semiprofesionales y profesionales, crearon un determinismo falso que consistió en mantener seducido y engañado a un público a nivel mundial. Los fotógrafos se plegaron a este movimiento en su afán económico y dinerario generando un estereotipo gerenciado en el ADN de Instagram y los filtros “Retrica” así como el hecho de creer que era una cuestión de objetivos y de lentes asféricas. Desde otro ángulo, el modelaje se fue prostituyendo en todo sentido, devaluando las capacidades no solo estéticas sino también intelectuales. No son demasiadas las modelos que alcanzan un master o una maestría. La mayoría se queda en la tecnicatura o la licenciatura. NO más de eso. Flasheadas por un espejo narcisista que se retroalimenta de su propia necesidad que pivotea desde su ego infantil, y que registra una imprecisa referencia asintomática pero que es evidente y destructiva, caminan por estos meses y años un silencioso sendero de silencio y desesperanza. Sus crisis personales las van devorando. Como Karina Rabollini y otras, optan por desentenderse de sus parejas, dado que su propio ego las incapacita para mantener una cuestión estructurada. Ahì aparece el primer eslabón roto de la cadena de las inconsistencias de las modelos: cambiar al empresario o al magnate naviero, o al pendex de turno que regle las tempestuosas marejadas de su proceso de decaimiento cerebral. Ninguna modelo en realidad es inteligente. Sino que lo simula. O sea: ninguna persona inteligente se mantiene mucho tiempo en el modelaje, dado que no hay nada mas idiota ni sin sentido que mostrar un cuerpo o balancearse en una pasarela con música mientras la gente come chizitos o saca fotos a los nenes con su celular, mientras que un desgañitado conductor trata de enfervorizar la platea que espera el turno en la barra o el brindis, deseosa de culminar el embole que significa ver 20 pibas creyéndose el ombligo del mundo.
Cualquier persona, de la calle, la facultad, la vida misma, una madre o una discapacitada puede ser modelo. El modelaje es un mito, una falsedad ideológica que los fotógrafos lo asumieron como un deber.
LA FOTOGRAFIA ASESTÓ EL GOLPE FINAL
En este panorama decadente, los fotógrafos asestaron el golpe final. Los fotógrafos tuvieron creatividad hasta los ochenta, o noventa, no mas. Luego sucumbieron ante Photoshop y los filtros, creyéndose Dioses de la perfección. Dibujaron rostros y semblantes perfectos a la medida del consumo y la antinaturaleza, dado que la naturaleza contiene la perfección y la imperfección. Contrariaron las leyes naturales fabricando modelos estéticos similares y copiándose entre ellos. Sin saber nada del cuerpo humano ni leerlo a Da Vinci o Miguel Angel, creyeron que era “apretar un botoncito”o que era cuestión de un flash ambiental, circular o paraguas. Otros fotógrafos intentaron la cuestión desde un plano compositivo, mientras que los empresariales optaron por la estética del maquillaje y el vestuario, generando un caos total que terminò en una despersonalización del sujeto, remitido como un mero objeto ante la técnica que determinò su color de piel, sonrisa y ángulo.
Ningún fotógrafo de modelos santafesino por ejemplo, podría exponer su obra en Rìo de Janeiro o New York. O sí, podría exponerla en algún vaciadero de basura o motel de las Vegas. Y los que sì podrían hacerlo, lamentablemente (o afortunadamenteI) están fuera del circuito comercial.
La falta de materia gris de los fotógrafos santafesinos puede verse en el desconocimiento de la abstracción y el surrealismo. Se vuelcan a lo figurativo porque no les queda otra cosa en su gran laguna de vacíos conceptuales. Solo aprietan el disparador y les dejan a photoshop el resto. No investigan. No compiten. Facturan y cobran. Por la noche miran los MG de Facebook en vez de leer “el placer de fotografiar” de Kodak Eastman Company.
SEÑALES DE UN FIN Y UN NUEVO INICIO
Hay varios signos inequívocos que algo está pasando:
- Pirelli deja a las modelos y elige deportistas, empresarias y mujeres que se destacan por su trayectoria e inteligencia.
- Marcas de ropa y accesorios comienzan a exhibir sus modelos SIN PHOTOSHOP EN EUROPA.
- Comienza el ingreso de las modelos XL y de 60 años, asì como también discapacitadas.
- Se vuelve al ideal de mujer de los años 30 o 40, más rellena y pulposa.
- Francia pide certificado médico a las modelos ultradelgadas para garantizar su salud.
Una Bailarina destroza a una modelo comercial en todo sentido. Armonía, sintaxis visual, corporeidad, despliegue de morfología, sentido de la pregnancia y equilibrio visual. No tiene comparación.
En realidad, cualquier Reina Provincial de Santa fe es superior en belleza a cualquier modelo provincial. Y de inteligencia y estabilidad emocional ni hablemos. Esto se debe a que no se han desgastado ante la cámara, no padecen crisis nerviosas ni emocionales por vivir en lugares alejados, no contaminados y por haber tomado la cuestión de la imagen como “suplementaria”, dado que todas privilegiaron sus carreras o lo hacen, para llegar capacitadas en tiempo y forma a un mundo que demandarà competencias y aptitudes trilingües en los próximos veinte años. Estas chicas fueron conscientes de su vulnerabilidad ante un sistema de recambio que no perdona.
LA BAILARINA Y LA PROMOTORA
Ante el vaciamiento de la modelo, resurgen entonces las alternativas de las promotoras, como las bailarinas. O también, de la gente común. No hay ninguna regla o ley escrita de que profesión o procedencia deben ser “las modelos”. En realidad un jurado (o varios) pueden estar equivocados. Un sistema filosófico conceptual mundial también puede estar equivocado. Y si no, fíjense lo que pasó con Galileo y Copèrnico.
Toda bailarina es mas interesante que una modelo dado que su cuerpo es mas trabajado que la modelo. El ejercicio físico y el equilibrio (distinto al desfile monótono y aburrido) hacen que sus redes neuronales realicen complejos cálculos matemáticos y de sinapsis neuronal que otros no pueden hacerlo, dotando al cuerpo de fantásticos contornos y movimientos que se oponen a la estupidizaciòn de la modelo.
Hasta las promotoras son mas interesantes….vamos a decir que Toulouse de Lautrec y Van Gogh no eligieron actrices para sus modelos…!! (duele, no??) . Estos titanes de la pintura eligieron a prostitutas y mujeres de la calle de bajos recursos. …¿Se habrán equivocado? – Una promotora tiene más glamour que una modelo. Una promotora es más espontánea que una modelo. Una promotora se conduce mejor plásticamente que una modelo. Es decir, procede al trato social de una manera deferente, dado que no compite estúpidamente por un cetro o una corona, sino que simplemente se estiliza por unas horas para ganarse su sustento. De esta manera escapa hábilmente al necrofilia del modelaje para no exponer su cuerpo en un sistema que al tiempo la dejarà afuera como a todas. Y solo hace de la profesión un pasatiempo rentable. Que al tiempo lo abandona.
La bailarina se para mejor que la modelo, dado que su punto de equilibrio se referencia en el espacio y en el aire. La modelo le enseñan a caminar y pararse, mientras que a la bailarina se le adiestra en el movimiento de los tendones, sustento en el espacio y equilibrio. Por eso es mas armoniosa.
QUE ELIJE UN ARTISTA
Un artista verdadero jamás eligirá a una “modelo” comercial para su obra. Seleccionarà una estudiante, una bailarina o una promotora. Puede ser madre inclusive. Buscará una estudiante o alguien de la calle. Y le encontrará un mayor atractivo. ¿Porqué sucede esto? – Les explico. El artista está capacitado para ver el alma. No precisa de obturadores complicados, de luces fabulosas o de cuestiones falsamente conceptuales. Vean si quieren como montó el estudio Annie Leibovitz en la producción de Pirelli. Mostrando el “under” de su propio estudio. Las bailarinas de comparsa por otro lado, tienen una fascinación plástica y un comportamiento especial dentro de la dinamia del movimiento que eclipsa. La modelo es un ente estático, carente de dinamia.
Por más que los fotógrafos aguerridos se esfuerzan y persisten en mostrar rostros hieráticos, falsamente trascendentes, bajando filtros de E-bay, por Torrent o Pirate Bay, o por el amigo que se los pasó por We Transfer desde el MIT de Massachussets, son el descarte definitivo de su propia realidad encaramada en el sistema que ellos forman parte. Han trabajado para Facebook y para su patrón, editorial o de ropa. Lo hicieron con cientos de personas. Bien. Se olvidaron de estudiar el cuerpo y el alma humana y jamàs leyeron un libro o tratado de estética desconociendo a Hegel y su estética de las artes.
Pensaron los fotógrafos que era fácil. Así les fue. Todos los producidos fotográficos en Santa fe son robotitos al estilo película ficción. Y los que fuera de Santa fe intentaron algo distinto, no pasaron del mero plano experimental, simulando ficciones relativizadas por la intrascendencia, que culminaron en unos pocos “MG” en algunos muros, cuando en realidad un Travesti o una promotora con cualquier Selfie levanta a 600 “MG” en pocas horas. Cual es la diferencia? –El ¨Travesti se muestra auténtico, mientras que el fotogràfo no muestra. Solo demuestra su propia incapacidad de referenciar algo distinto.
El fotógrafo tiene cuadrada la mente por el formato rectangular de las fotos. Y curvada la visión por la lente de la cámara. Jamás podrá lograr la foto de un artista.
Ningún fotógrafo estuvo presente en las conferencias y cursos de Ana Aldaburu, la máxima autoridad en la Argentina sobre semiótica de la imagen. Ninguna modelo ni empresario estuvo presente en semejantes eventos 2014 y 2013 que fueron traídos por el M.A.C. DE LA U.N.L. Desde esa perspectiva solamente se puede opinar y hablar.
Pero los fotógrafos y modelos santafesinos y en general, siguen relamiéndose las heridas de la vida, frente al televisor en pantalla sepia o blanco y negro de sus tristes existencias, con la felliniana certeza de que como los cerdos novillos, están en la fila del matadero, o lo que es peor, al borde del propio precipicio de sus vidas que jamás se preocuparon por alambrar o alejarse de él.
Una bailarina y un artista hacen cosas mágicas, descubren figuras nuevas e iluminaciones innovadoras. Porque ambos son creadores de magia y mundos. La modelo vive en un mundo de plástico y el fotógrafo preocupado por la cuota del nuevo modelo de cámara que adquirió. Y no leyó el manual.
Así, se cumple el mito de Narciso. Morir ahogados. Solo que aquí no crecerà ninguna flor como en la fábula. Porque las modelos y los fotógrafos no tienen raíces para hacer crecer a una flor.
Tampoco sustento para existir.
Finalmente, la modelo jamás será feliz. Porque sabe que es efímero y superficial su aparente triunfo. Preparan a veces su suicidio en un autismo de soledad y alcohol, pastillas de éxtasis y fiestas electrónicas que detonan impactantes procesos de degeneración neurológica vegetativa. Son tapas de titulares. No agradables. La anorexia y pómulos caídos preparan la trampa mortal de la que no se sale.
Y el fotógrafo, también sabe que jamás será famoso, tan solo conocido. Y desde la vereda de enfrente, el artista se prepara para ingresar por los cien escalones del templo de la gloria.
A su tiempo. Todo a su tiempo.
Luz de Ciudad 