SANTA FE: CIUDAD HOSTIL PARA EL ARTE CALLEJERO

 

Santa fe esta mostrando indicios de volverse una ciudad hostil y represiva hacia el arte. Quizás el excesivo desarrollo de las artes en los centros artísticos especializados, se contradiga con lo que se expresa. Pero son cosas distintas. Los lugares y espacios de la cultura forman parte de un sistema que la contiene, para su difusión y contención.

Pero no todo pasa por los lugares mencionados. Hay personajes, instancias, circunstancias, que escapan a lo planteado. Y el arte callejero es un buen ejemplo de esto. O las artes circenses como las que se dan en el centro cultural El Birri, por ejemplo. Telas, malabarismo, acrobacias, son algunos de los formatos de estas artes.

En Santa fe tenemos instalado actualmente un problema con la ordenanza y reglamentación vigente que habla de la prohibición del arte en la vía pública.  A contrapelo de las grandes capitales y principales prácticas en el mundo – en donde el arte es un valor agregado al patrimonio- aquí se prohibe.

 

el arte callejero debe permitise
El arte callejero se prohibe en Santa fe

Una de las expresiones más populares son las llamadas estatuas vivientes. Con la voluntad estoica que requiere este tipo de arte, en santa fe las ordenanzas y las asociaciones de amigos se han confabulado para que este tipo de arte no tenga lugar. Se le prohibe a un niño ver el arte en la calle. Se le prohibe al turista disfrutar de un espectáculo callejero. Se prohibe el derecho al público a disfrutar de un momento de creación y sublimación artística.

Un hecho increíble
Protesta artística en la peatonal.

Pregunto: ¿con que derecho las asociaciones, las autoridades, generan ordenanzas que van en contra del arte? ¿Qué formación tuvieron en sus cabezas esos dirigentes que emiten tan duros comunicados contra la más humana y antigua expresión llamada “arte”?

Es peligroso esto. Peligroso para las libertades y para la expresión, porque se rotula el espacio, se alambra la ilusión, se reduce la expresión a la cultura oficial, que no siempre significa el todo. Vamos hacia un desplazamiento peligroso de la voluntad, un cercenamiento artero de lo lateral, de lo no oficial. Vamos en la construcción de un solo discurso, o sea el aval único de una sola realidad: la del estado.  La no participación de los actores sociales en grado igualitario a las propuestas del estado, altera en grado sumo los balances y relaciones de fuerzas que deben imperar en todo sistema. Pero perjudica además la construcción de un colectivo social igualitario que genere condiciones de  habitabilidad para todos en este suelo.

Los dirigentes y los gobiernos de turno – y en especial los candidatos, deben tomar nota de esto que está pasando y no mirar para otro lado. Porque de ser así, estarían avalando una injusticia. El recorte de expresiones y la eliminación de visiones contrapuestas o complementarias a la oficial, ya trajo malos resultados en la historia argentina. Y mundial ni hablemos.

Que impere el sentido común. Que a veces es el menos común de los sentidos.

 

Deja un comentario