Nerea borde los límites del movimiento y explota los sentidos. Casi una adicción.
Nuevamente volvimos con Nerea a hacer imágenes. Pero esta vez, plenas de movimiento y en un marco distinto, con asomos y atisbos de irrealidad.
El cuerpo de Nerea en movimiento se asemeja a un planeta que orbita buscando elípticamente su centro, su sistema. Es un fenómeno alienante para el espectador que busca ansiosamente descansar, pero no lo logra desde el momento mismo del inicio de la prueba.
Nerea es un ser insondable y profundo. Místico y sobrenatural. Una mujer que desanda los andariveles de la vida con una mágica concepción de lo trascendental que encierra desde su más profundo sentido de la existencia.
Es hermoso hacer fotos con Nerea. Compartir momentos con ella es una acción que llama a la desconocida realidad que mora más allá de la ficción, que establece otras reglas de juego desconocidas a veces, pero no por ello menos excitantes. El doble juego de la persuasión, la apuesta fútil de la ilusión a veces.
Porque Nerea, ilusiona y obsesiona con sus movimientos. Entrega misterio, mística y seducción en todo lo que hace.
Espero que disfruten de esta producción, tan bella e intensa en este Agosto que transcurre.
Agustina: sus rastas y la naturaleza en otoño.
Lola: la obra de daniel otero en otra escala.
Diante: cuando brilla el Sol tras las nubes.
Danza en el parque con Agustina: Inolvidable
Nerea: Fascinante experiencia en el parque del Sur
Agustina: del color al blanco y negro
Backstage: documentar la tensión en el inicio
La partida de Iara: momentos de despedida
Maggie: su figura en la tarde de aquel otoño